Impulsar el futuro: Cómo las políticas gubernamentales impulsan la revolución de la energía verde
El papel de la política en la configuración del panorama de la energía verde
Los gobiernos de todo el mundo han reconocido la urgencia de la transición hacia un futuro energético más sostenible y han puesto en marcha una serie de políticas para apoyar el crecimiento de la industria de la energía verde. Estas intervenciones políticas han desempeñado un papel fundamental en la aceleración del despliegue de las tecnologías de energías renovables y en el fomento de un entorno más favorable para la inversión y la innovación.
Fijación de ambiciosos objetivos en materia de energías renovables

Una de las principales formas en que los gobiernos han impulsado la transición hacia la energía verde es mediante el establecimiento de ambiciosos objetivos en materia de energías renovables. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables(IRENA), en 2021, 166 países habían adoptado objetivos de energías renovables, frente a los 43 países que lo habían hecho en 2005. Estos objetivos fijan a menudo metas específicas para la cuota de energías renovables en la combinación energética total o en la generación de electricidad de un país.
Por ejemplo, la Unión Europea se ha fijado el objetivo de alcanzar al menos un 32% de energías renovables en su consumo total de energía para 2030. En Estados Unidos, la administración Biden se ha fijado el objetivo de conseguir un 100% de electricidad libre de carbono para 2035. Estos objetivos claros y mensurables proporcionan un marco para el desarrollo de políticas y la inversión, garantizando que la transición a las energías renovables siga siendo una prioridad.
Aplicación de mecanismos políticos de apoyo
Los gobiernos también han empleado una serie de mecanismos políticos para apoyar el crecimiento del sector de la energía verde. Entre ellos se incluyen:
Tarifas reguladas y subastas de energías renovables
Las tarifas reguladas son políticas que garantizan a los productores de energías renovables un precio fijo, superior al del mercado, por la electricidad que generan, proporcionando un flujo de ingresos estable e incentivando la inversión. Las subastas de energías renovables, por su parte, son procesos de licitación competitiva que permiten a los gobiernos adquirir energía renovable al menor coste posible.
Según la Agencia Internacionalde la Energía(AIE), la capacidad mundial instalada de energía renovable apoyada por FITs alcanzó los 290 gigavatios (GW) en 2021, mientras que las subastas apoyaron 218 GW de capacidad de energía renovable.
Incentivos fiscales y subvenciones financieras

Muchos gobiernos ofrecen incentivos fiscales y subvenciones financieras para fomentar la adopción de tecnologías de energías renovables. Pueden adoptar la forma de créditos fiscales, descuentos o ayudas financieras directas para la instalación de paneles solares, turbinas eólicas u otros sistemas de energía verde.
Estados Unidos, por ejemplo, ofrece un crédito fiscal federal a la inversión de hasta el 30% para instalaciones solares fotovoltaicas residenciales y comerciales. En la India, el gobierno ofrece diversos incentivos financieros, como subvenciones de capital e intereses, para promover el despliegue de proyectos de energías renovables.
Sistemas de comercio de derechos de emisión y fijación del precio del carbono
Los gobiernos también han aplicado políticas que ponen precio a las emisiones de carbono, como los regímenes de comercio de derechos de emisión y los impuestos sobre el carbono. Al encarecer la emisión de gases de efecto invernadero, estas políticas crean un incentivo financiero para que las empresas y los consumidores realicen la transición a fuentes de energía más limpias y renovables.
El RégimenComunitario de Comercio de Derechos de Emisión(RCCDE) de la Unión Europea es el mayor mercado de carbono del mundo y cubre alrededor del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Del mismo modo, países como Canadá, China y Suecia han introducido sistemas nacionales o subnacionales de tarificación del carbono.
Fomento de la innovación y el avance tecnológico

Además de los mecanismos políticos que apoyan directamente el despliegue de las energías renovables, los gobiernos también han puesto en marcha políticas para impulsar la innovación y el avance tecnológico en el sector de las energías verdes.
Financiación de la investigación y el desarrollo
Los gobiernos han invertido mucho en investigación y desarrollo (I+D) para apoyar el desarrollo de nuevas y mejores tecnologías de energías renovables. La Agencia Internacionalde la Energía(AIE) informa de que el gasto público mundial en I+D sobre energía alcanzó los 30.900 millones de dólares en 2021, con una parte significativa dedicada a las energías renovables y a las tecnologías de eficiencia energética.
Por ejemplo, la Oficina de Eficiencia Energética y Energías Renovables(EERE) del Departamento de Energía de EE.UU. tiene un presupuesto de más de 4.000 millones de dólares para el ejercicio fiscal 2023, gran parte del cual se dedica al avance de las energías renovables y las tecnologías de almacenamiento de energía.
Fomento de proyectos piloto y de demostración
Los gobiernos también han desempeñado un papel crucial en el apoyo al despliegue de proyectos piloto y de demostración de tecnologías emergentes de energía verde. Estos proyectos ayudan a validar la viabilidad técnica y económica de las nuevas soluciones, reduciendo el riesgo para los inversores del sector privado y acelerando su comercialización.
El programa Horizonte Europa de la Unión Europea, por ejemplo, proporciona financiación para proyectos de investigación e innovación en colaboración, incluidos los centrados en las energías renovables, el almacenamiento de energía y otras tecnologías de energía limpia.
Facilitar el desarrollo de infraestructuras

Los gobiernos han reconocido la importancia de modernizar y ampliar las infraestructuras energéticas para dar cabida a la creciente cuota de energías renovables. Esto incluye inversiones en mejoras de la red, sistemas de almacenamiento de energía y el desarrollo de nuevas redes de transmisión y distribución.
El gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, ha propuesto un plan de infraestructuras de 2 billones de dólares que incluye importantes fondos para proyectos de energía limpia y modernización de la red.
Afrontar los retos y las barreras
Aunque las políticas gubernamentales han sido decisivas para impulsar el crecimiento del sector de la energía verde, los responsables políticos también se enfrentan al reto de abordar diversas barreras y desafíos que pueden obstaculizar el ritmo de la transición.
Superar los obstáculos normativos y administrativos
Uno de los principales retos es sortear los complejos marcos normativos y administrativos que rigen el sector energético. Agilizar los procesos de concesión de permisos, simplificar los procedimientos de interconexión a la red y armonizar las normativas de las distintas jurisdicciones puede ayudar a reducir los obstáculos al despliegue de las energías renovables.
Garantizar una transición justa e inclusiva
La transición hacia un futuro de energía verde también debe ir acompañada de un proceso justo y equitativo que tenga en cuenta las repercusiones sobre los trabajadores, las comunidades y las poblaciones vulnerables. Los gobiernos pueden apoyar este proceso aplicando políticas que protejan el empleo, proporcionen reciclaje y desarrollo de capacidades y garanticen que los beneficios de la transición hacia la energía verde se compartan ampliamente.
Afrontar los retos de la integración en la red y el almacenamiento de energía

A medida que aumenta la proporción de fuentes de energía renovables variables, como la solar y la eólica, se hace más acuciante el reto de integrar estos recursos en la red eléctrica existente. Los gobiernos pueden apoyar el desarrollo de tecnologías avanzadas de gestión de la red, soluciones de almacenamiento de energía y estrategias flexibles de gestión de la demanda para superar estos retos.
Conclusión
Las políticas gubernamentales han desempeñado un papel fundamental a la hora de impulsar el crecimiento de la industria de la energía verde, desde el establecimiento de ambiciosos objetivos en materia de energías renovables hasta la aplicación de una serie de mecanismos políticos de apoyo. Al fomentar la innovación, abordar los retos y crear un clima favorable a la inversión, los responsables políticos han contribuido decisivamente a acelerar la transición hacia un futuro energético más sostenible.
Mientras el mundo sigue lidiando con la urgente necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático, la continua evolución y perfeccionamiento de las políticas gubernamentales será crucial para configurar la trayectoria de la revolución de la energía verde.